Con un procedimiento posterior al acero ya galvanizado, se obtiene la limpieza necesaria para lograr una óptima adherencia de pintura , eliminando el aceite antioxidante o de rolado que trae la lámina. Mediante tratamiento químico se aplica cromo con rodillos para formar una capa uniforme y con buen anclaje, lo que permite que la pintura primaria se adhiera a la capa de tratamiento químico, dando por resultado lamina pintada con gran variedad de colores.